Encuentro con la cananea. Rupnik. |
Mosaico de Marko Ivan Rupnik, La cappella Redemptoris Mater
–Roma-.(Basado en texto con diapositivas)
Jesús y la Cananea. Jesús se sitúa más allá de la ley, ya que Él
es su cumplimiento. Él, como el nuevo Templo, va al encuentro de la canana (sale del arco). Ella, extranjera,
mujer, pagana se presenta humilde, asemejándose al “perrito
que come las migajas que exceden de la mesa de la abundancia (Mt. 15,
27)”[1]
. Si estaba excluida de las promesas mesiánicas de la antigua ley, ahora es acogida
en el nuevo Templo y heredera de la
salvación. En la mesa encontramos panes
y peces, como signo de la abundancia que
Jesús ha traído a la humanidad. A modo expresionista, las manos grandes de
Jesús aluden a su gran apertura universal.
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